¡No
dejes que estas temperaturas bajo cero congelen tus neuronas! Se acerca el
veranito y es importante que no te tome desprevenida.
Estos días es muy fácil esconder tus defectos detrás
de sweaters abultados y bufandas voluptuosas, ¿quién no ha usado el viejo truco
de “tengo calzas abajo del pantalón” para justificar el tamaño de sus caderas? Pero
todo eso tiene un punto final y la fecha es hoy. ¡No pierdas un minuto más!
Cada caloría cuenta, cada bocado de grasa que consumas se te va acumulando
hasta que no puedas diferenciar el brazo de la pierna o de la cintura, todo tu
ser se transformará en una masa amorfa de tejido adiposo, celulitoso, estrioso.
Pero no entres en pánico, que yo tengo la solución.
Con esta dieta vas a tener un cuerpo infartante en el verano, sin importar si
hoy pesas cincuenta o quinientos kilos.
Desayuno:
un vaso de agua con un chorro de limón colado (es importante que cueles el limón
porque la pulpa agrega calorías no deseadas). Una galleta de arroz.
Media
mañana: un caramelo ácido (para evitar que te desmayes por falta de glucosa).
Almuerzo:
media pechuga de pollo hervida sin sal y sin aceite. Ensalada con abundante
lechuga y apio (importante: no condimentar la ensalada).
Merienda:
un té con edulcorante y dos cucharaditas de queso crema 0%.
Cena:
una ensalada de zanahoria y la clara del huevo duro (la yema tirala, o dásela a
tu chico, que como es hombre no tiene que preocuparse por llegar flaco a Mardel
este verano). Una tostada de salvado o pan del peregrino (que te ayuda a ir al
baño) y una gelatina diet.
Acompañá
todo con dos a cuatro litros de agua por día, una hora de ejercicio aeróbico diario
y visitas regulares al cosmiatra y estetista para que te vaya cuidando las
arrugas y tratando la celulitis.
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